16-24 Satanás, aunque es el padre de la mentira, declarará las verdades más importantes, cuando pueda servir así a sus propósitos. Pero se hace mucho daño a los verdaderos siervos de Cristo por medio de predicadores impíos y falsos del evangelio, que son confundidos con ellos por observadores descuidados. Aquellos que hacen el bien sacando a los hombres del pecado, pueden esperar ser vilipendiados como perturbadores de la ciudad. Mientras enseñan a los hombres a temer a Dios, a creer en Cristo, a abandonar el pecado y a vivir piadosamente, serán acusados de enseñar malas costumbres.

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