Pero no quise decir que debas abstenerte por completo de conversar con los paganos, aunque son culpables en algunos de estos aspectos. Codiciosos, rapaces, idólatras: pecadores contra sí mismos, contra su prójimo, Dios. Porque entonces debéis salir del mundo; entonces todo comercio civil debe cesar. De modo que salir del mundo, que algunos consideran una perfección, San Pablo considera un absoluto absurdo.

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