Sin embargo, no con los fornicarios de este mundo, ni con los avaros, ni con los estafadores, ni con los idólatras; porque entonces es necesario que salgan del mundo.

Ver. 10. Sin embargo, no del todo, etc. ] Aquí les hace saber que en esa epístola anterior (que no existe ahora) no quiso decir que debían separarse por completo de los malvados que todavía están sin la Iglesia (porque eso no pueden hacer), sino de los profesores derrochadores, los cristianos discretos, para que se avergüencen.

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