¡Oh, gálatas irreflexivos! Él irrumpe en ellos con una hermosa brusquedad. ¿Quién te ha hechizado? Para contradecir así tanto tu propia razón como tu propia experiencia. Ante cuyos ojos Jesucristo ha sido presentado con tanta evidencia, por nuestra predicación, como si hubiera sido crucificado entre vosotros.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad