VERSO 15. ¿Dónde está, pues, la bienaventuranza de la que habláis?

VERSO 15. Porque os doy testimonio de que, si hubiera sido posible, os habríais sacado vuestros propios ojos y me los habríais dado.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad

Antiguo Testamento

Nuevo Testamento