No se deje llevar por buzos y doctrinas extrañas - Es decir, deberían haber establecido y establecido puntos de creencia, y no ceder a cada nueva opinión que se inició. El apóstol no los exhorta a adherirse a una opinión simplemente porque la habían sostenido antes, o porque era una opinión antigua, ni les prohíbe que sigan los principios de la verdad, aunque se les puede pedir que abandonen lo que habían sostenido antes; pero los advierte contra ese espíritu vacilante y esa credulidad fácil, que los llevaría a rendirse ante cualquier novedad y a aceptar una opinión porque era nueva o extraña. Probablemente, la referencia principal aquí es a los maestros judaizantes, y a sus diversas doctrinas sobre sus observancias y tradiciones ceremoniales. Pero la exhortación es aplicable a los cristianos en todo momento. Una opinión religiosa, una vez adoptada sobre lo que se consideraba una buena evidencia, o en la que hemos sido entrenados, no debe abandonarse por causas leves. La verdad, de hecho, siempre debe seguirse, pero debe ser solo después de una cuidadosa investigación.

Porque es bueno que el corazón se establezca con gracia - Este es el fundamento adecuado de la adhesión a la verdad. El corazón debe establecerse con el amor de Dios, con la religión pura, y luego amaremos la verdad y la amaremos de la manera correcta. Si es solo la cabeza la que está convencida, la consecuencia es la intolerancia, el orgullo, la estrechez mental. Si la creencia de la verdad tiene su asiento en el corazón, estará acompañada de caridad, amabilidad y buena voluntad para todas las personas. En tal creencia de la verdad, es bueno tener el corazón establecido. Producirá:

(1) Firmeza y estabilidad de carácter;

(2) Caridad y amabilidad hacia los demás;

(3) Consolación y apoyo en pruebas y tentaciones.

Cuando un hombre es sometido a pruebas y tentaciones, debe tener algunos principios establecidos en los que pueda confiar; algunos puntos fijos de creencia que sostendrán su alma.

No con carnes - El significado es que es mejor tener el corazón establecido con gracia, o con los principios de la religión pura, que con el conocimiento más preciso de las reglas para distinguir lo limpio de lo inmundo entre los diversos artículos alimenticios. Muchas de esas reglas se encontraron en la Ley de Moisés, y muchas más fueron añadidas por los refinamientos de los gobernantes judíos y por la tradición. Para distinguir y recordar todo esto, se requirió no poca cantidad de conocimiento, y los maestros judíos, sin duda, se enorgullecían mucho de ello. Pablo dice que sería mucho mejor tener los principios de la gracia en el corazón que todo este conocimiento; tener la mente establecida en las grandes verdades de la religión que ser capaz de hacer las distinciones más precisas y aprendidas en este asunto. Se puede hacer la misma observación sobre muchos otros puntos además de las distinciones judías con respecto a las carnes. El principio es que es mejor tener el corazón establecido en la gracia de Dios que tener el conocimiento más exacto de las distinciones que se hacen sobre temas de religión inútiles o sin importancia. Esta observación se extendería a muchos de los shibboleths de la fiesta; a muchas de las distinciones metafísicas en una teología desgarradora; a muchos de los puntos de controversia que dividen el mundo cristiano.

Que no se han beneficiado ... - Que no han sido de beneficio real para sus almas; ver las notas en 1 Corintios 8:8.

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