Nuestro corazón nos condena ; como carente de amor, y por esta razón negar ayuda a los indigentes cuando deberíamos otorgarla.

Dios es más grande ; conocerá más perfectamente nuestros pecados, y nos condenará más ciertamente. La aprobación de una conciencia sana e iluminada es necesaria para una esperanza bien fundada de la aprobación de Dios; y la condenación de una conciencia iluminada es evidencia de la condenación de Dios.

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Antiguo Testamento