Verso Juan 17:3.

Esta es la vida eterna... La salvación comprada por Cristo, y dada a los que creen, se llama vida:

1. Porque la vida del hombre estaba perdida para la justicia divina; y el sacrificio de Cristo lo redimió de esa muerte a la que estaba expuesto.

2. Porque las almas de los hombres estaban muertas en delitos y pecados; y Cristo las vivifica por su palabra y su Espíritu.

3. Porque los hombres que no se salvan por la gracia de Cristo no viven, sólo existen, no respondiendo a ningún buen propósito de vida. Pero cuando reciben esta salvación viven: responden a todos los propósitos divinos, son felices en sí mismos, útiles a los demás y dan gloria a Dios.

4. Se le llama vida eterna para mostrar que alcanza más allá de los límites del tiempo, y que implica necesariamente

1. La inmortalidad del alma;

2. la resurrección del cuerpo; y

3. que no tiene fin, por lo que se llama αιωνιος ζωη, vida siempre viva; de αει, siempre, y ων, ser o existencia. Y, en efecto, no hay palabras que puedan transmitir más forzosamente la idea de eternidad que éstas. Se llama η αιωνιος ζωη, ESA vida eterna, a modo de eminencia. Puede haber una existencia eterna sin beatitud; pero ésta es esa vida eterna con la que la felicidad infinita está inseparablemente unida.

El único Dios verdadero... El camino para alcanzar esta vida eterna es reconocer, adorar y obedecer al único Dios verdadero, y aceptar como maestro, sacrificio y Salvador al Señor Jesús, el único y verdadero Mesías. La observación del obispo Pearce aquí merece la atención del lector: -

"Lo que se dice aquí del único Dios verdadero parece decirse en oposición a los dioses que los paganos adoraban; no en oposición a Jesucristo mismo, a quien Juan llama el Dios verdadero, en 1 Juan 5:20.

Las palabras de este versículo han sido traducidas de diversas maneras:

1. Para que te reconozcan a ti, y a Jesucristo a quien has enviado, como el único Dios verdadero.

2. Para que te reconozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesús, a quien has enviado, como el Cristo o el Mesías.

3. Para que te reconozcan como el único Dios verdadero, y a Jesucristo como el que tú has enviado. Y todas estas traducciones las soporta el original.

De todo esto aprendemos que la única manera de alcanzar la vida eterna es reconociendo al verdadero Dios y la misión divina de Jesucristo, que fue enviado por Dios para redimir a los hombres con su sangre, siendo el autor de la salvación eterna para todos los que creen y guardan conscientemente sus mandamientos.

Un dicho similar a este se encuentra en los Institutos de Menu. Brigoo, el primer ser emanado que fue producido de la mente del Dios supremo, y que reveló el conocimiento de su voluntad a la humanidad, es representado dirigiéndose a la raza humana y diciendo: "De todos los deberes, el principal es adquirir de los Upanishads (sus escritos sagrados) un verdadero conocimiento de un Dios supremo; esa es la más exaltada de las ciencias, porque asegura la vida eterna. Pues en el conocimiento y la adoración de un solo Dios están comprendidas todas las reglas de la buena conducta". Ver Institutos de Menu, cap. xii. Inst. 85, 87.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad