(5) Pero la comida no nos encomienda a Dios; porque ni si comemos, somos mejores; ni si no comemos, somos peores.

(5) Anticipación de una objeción: ¿por qué, entonces, seremos privados de nuestra libertad? No, dice el apóstol, no perderás parte del cristianismo aunque te abstengas por amor a tus hermanos, como también si recibes la comida, porque de ninguna manera te hace más santo, porque nuestra alabanza ante Dios no consiste en alimentos. Pero usar nuestra libertad para ofender a nuestros hermanos es un abuso de la libertad, cuyo verdadero uso es completamente contrario, es decir, usarla de tal manera que tengamos consideración de nuestros hermanos débiles.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad