(4) Por medio de las cuales nos son dadas preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas seáis partícipes de la (e) naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia.

(4) Una explicación de la sentencia anterior, declarando las causas de tan grandes beneficios, es decir, Dios y su libre promesa, de donde proceden todos estos beneficios, digo, estos excelentísimos beneficios, por los que somos liberados de la corrupción. de este mundo, (es decir, de los malos deseos que llevamos en nosotros) y somos hechos como Dios mismo.

(e) Por naturaleza divina se refiere no a la sustancia de la Deidad, sino a participar de esas cualidades, por las cuales la imagen de Dios es restaurada en nosotros.

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