(14) Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición: (15) porque escrito está: (h) Maldito todo el que es colgado en un madero.

(14) Prevención de una objeción: ¿cómo, pues, pueden ser bendecidos los que el Señor declara acusados? Porque Cristo sufrió la maldición que la ley impuso sobre nosotros, para que pudiéramos ser absueltos de ella.

(15) Una prueba de la respuesta por el testimonio de Moisés.

(h) Cristo fue maldito por nosotros, porque llevó la maldición que nos correspondía, para hacernos partícipes de su justicia.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad