Quien, siendo el (e) resplandor de [su] gloria, y la imagen expresa de su (f) persona, y (g) sustentando todas las cosas con la palabra de su poder, (3) cuando por sí mismo había limpiado nuestros pecados, (h) se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas;

(e) Aquel en quien resplandecen la gloria y la majestad del Padre, que de otra manera es infinito y no puede estar bajo obligación.

(f) La persona de Su Padre.

(g) Sostiene, defiende y valora. (3) La tercera parte de la misma proposición: El mismo Hijo desempeñó el oficio de Sumo Sacerdote al ofrecerse a sí mismo, y es nuestro único y más poderoso Mediador en el cielo.

(h) Esto muestra que el sabor de su sacrificio no solo es muy agradable al Padre, sino que también es eterno, y además, hasta qué punto este Sumo Sacerdote sobrepasa a todos los demás sumos sacerdotes.

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