Codiciáis, y no tenéis; matad, y queréis tener, y no podéis obtener; peleáis y peleáis, pero no tenéis, (2) porque no pedís.

(2) Los reprende por su nombre, a los que no se avergüenzan de hacer de Dios ministro y ayudador de sus concupiscencias y placeres, pidiendo cosas que en sí mismas son ilícitas o lícitas, pidiéndolas por motivos y usos perversos.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad