• Hebreos 7:13

    Pues aquel de quien se dice esto es de otra tribu de la cual nadie ha servido en el altar.

  • Hebreos 7:14

    Porque es evidente que nuestro Señor nació de la tribu de Judá, sobre la cual Moisés no dijo nada en cuanto al sacerdocio.

  • Hebreos 7:15

    Esto es aún más evidente si otro sacerdote se levanta a la semejanza de Melquisedec,

  • Hebreos 7:16

    quien no ha sido constituido conforme al mandamiento de la ley acerca del linaje carnal sino según el poder de una vida indestructible.

  • Hebreos 7:17

    Pues de él se da este testimonio: Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.

  • Hebreos 7:18

    A la verdad, el mandamiento anterior fue abrogado por ser ineficaz e inútil,

  • Hebreos 7:19

    porque la ley no perfeccionó nada. Sin embargo, se introduce una esperanza superior por la cual nos acercamos a Dios.

  • Hebreos 7:20

    Y esto no fue hecho sin juramento.

  • Hebreos 7:21

    Los otros fueron hechos sacerdotes sin juramento, mientras que este lo fue por el juramento del que le dijo: Juró el Señor y no se arrepentirá: “Tú eres sacerdote para siempre”.

  • Hebreos 7:22

    De igual manera, Jesús ha sido hecho fiador de un pacto superior.

  • Hebreos 7:23

    A la verdad, muchos fueron hechos sacerdotes porque, debido a la muerte, no podían permanecer.

  • Hebreos 7:24

    Pero este, porque permanece para siempre, tiene un sacerdocio perpetuo.

  • Hebreos 7:25

    Por esto también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, puesto que vive para siempre para interceder por ellos.

  • Hebreos 7:26

    Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, puro, apartado de los pecadores y exaltado más allá de los cielos.

  • Hebreos 7:27

    Él no tiene cada día la necesidad, como los otros sumos sacerdotes, de ofrecer sacrificios, primero por sus propios pecados y luego por los del pueblo, porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.

  • Hebreos 7:28

    La ley constituye como sumos sacerdotes a hombres débiles; pero la palabra del juramento, posterior a la ley, constituyó al Hijo, hecho perfecto para siempre.

Continúa después de la publicidad