San Agustín, escribiendo a Hesiquio, declara que nadie de las Escrituras puede estar seguro del día, año o edad [siglo] cuando será la segunda venida. (ep. lxxx.) Prestemos atención a lo que San Agustín declara haber aprendido de las primeras autoridades de la Iglesia. En el juicio final, o por ese tiempo, llegará Elías, el tesbita, la conversión de los judíos, la persecución del anticristo, la venida de Jesucristo, la resurrección de los muertos, la separación de los buenos de los malos, la la conflagración del mundo, y la renovación del mismo: que estas cosas llegarán, debemos creer, pero de qué manera y en qué orden la experiencia enseñará mejor que la razón.

En mi opinión, vendrán en el orden en el que los relaté. (De Civ. Dei. Lib. Xx. Cap. Ult.) Que el hombre de pecado nacerá de la tribu judía de Dan, que perseguirá cruelmente a los fieles durante tres años y medio, que los dará muerte Henoch [Enoch] y Elías, y que grande, muy grande, será la apostasía, es la creencia general. ¡Oh! Dios, consérvanos con tu gracia y no permitas que perdamos de vista el terrible peligro que amenaza incluso a los elegidos.

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