Génesis 1

Es posible que Dios haya creado al principio solo un tipo de materia, el germen de todo el universo. De hecho, la Escritura parece insinuar esto en el registro sublime del origen de la luz: "Y dijo Dios: Sea la luz, y fue la luz". Aquí la luz se considera evidentemente como la primera de todas las cosas sublunares.

El agente principal de esta obra fue el Hijo de Dios. Había hecho el tercer cielo. Había creado ángeles. El fuerte Satanás mismo fue originalmente obra de Cristo. No es una mano extraña la que moldeó los mundos. Vaya a donde quiera que pueda, la mano de Cristo ha estado delante de usted, y Aquel que hizo todos estos extraños soles y todos estos poderosos sistemas, es la misma Víctima que sufrió, desangró y murió en el Calvario.

I. La creación fue un proceso gradual, un proceso que probablemente se extendió a lo largo de millones de edades; no meramente un proceso, sino una procesión de cosas y seres, de inferior a superior, de menos a más perfecto. Las razones podrían ser: (1) para mostrar que las obras de Dios no fueron fruto de un impulso apresurado, sino que fueron planeadas desde la eternidad y ejecutadas con minucioso y prolongado cuidado; (2) descubrir la variedad de métodos que un Dios infinitamente rico en recursos puede emplear para realizar sus grandes propósitos. Este trabajo creativo gradual ocupó al Creador durante millones de edades. Esto lo recopilamos, no de la Biblia, sino de los descubrimientos de la geología.

II. El proceso creativo llegó finalmente a un punto en el hombre, quien, entre otras diez mil formas animadas, solo se hizo, en el pleno sentido de la palabra, perfecto, y se convirtió en la mejor y más alta obra de Dios. De las declaraciones de las Escrituras sobre la creación del hombre deducimos los siguientes principios: (1) que el hombre fue formado por un acto directo de Omnipotencia; (2) que fue hecho según el modelo de su Hacedor, y por lo tanto perfecto; (3) que era inmensamente superior a los animales inferiores y tenía derecho a dominarlos; (4) que era el objeto de la bendición peculiar de Dios; (5) que uno de los propósitos principales de su creación era someter y cultivar la tierra; (6) que constaba de dos partes, un cuerpo sacado del polvo de la tierra, y una parte inmaterial insuflada en él por su Creador; (7) que aunque creó una unidad, también era potencialmente plural y estaba destinado a que se le uniera un compañero en su estado original de inocencia y pureza; (8) y que estaba en un estado de prueba y expuesto a la tentación y al peligro de caer.

G. Gilfillan, Alpha y Omega, vol. i., pág. 49.

Referencias: Génesis 1 . H. Alford, Meditaciones en Adviento, p. 71; S. Leathes, Studies in Genesis, págs. 5, 17; Expositor, segunda serie, vol. iv., pág. 191, vol. vii., pág. 444; 3ra serie, vol. iii., pág. 354; Parker, vol. i., págs. 103, III. 1-2: 4. Revista del clérigo, vol. iv., pág. 34; J. Monro Gibson, The Ages before Moses, pág. 55.

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