A quien dimos lugar por sujeción, no, ni por una hora; para que la verdad del evangelio continúe con ustedes.

Ver. 5. A quien dimos lugar ] Debemos apegarnos a la verdad, y esforzarnos por ella, considerando cada parte de ella preciosa, y no ser separados por ningún bien. ¡Cuán religiosos eran así los apóstoles y los ancianos! No se rendirían durante una hora, ni intercambiarían una letra o una sílaba de esa santa fe con la que Cristo les había confiado.

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