Entonces la mujer de Samaria le dijo: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides de beber, que soy mujer de Samaria? porque los judíos no tratan con los samaritanos.

Ver. 9. ¿ Me pides un trago? ] Los samaritanos sabían que los judíos los despreciaban y se enfermaban, Gens haec (dice Giraldus Cambrensis, del irlandés) sicut et natio quaevis barbara, quanquam honorem neseiant, honorari tamen supra medam affectant. Ningún hombre sería despreciado, por más mezquino que sea.

Porque los judíos no tienen tratos, etc. ] Josefo escribe que en Samaria había un santuario abierto por Sanbalat para todos los judíos renegados, etc. Los judíos, por tanto, odiaban la presencia, el fuego, la moda, los libros de un samaritano. Tampoco hubo odio perdido por parte del samaritano; porque si hubiera tocado a un judío, se habría arrojado al agua siguiente, con ropa y todo; ambos igualmente hartos de un noli me tangere. No me toques. (Epifanio.)

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