Por tanto, como por la ofensa de uno vino la condenación a todos los hombres; así también por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.

Ver. 18. Por la ofensa de uno ] Estábamos todos en Adán, como el país entero en un parlamentario. Y aunque nosotros no elegimos, Dios eligió por nosotros.

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