Mirando - De todas las demás cosas. A Jesús - Como los israelitas heridos a la serpiente de bronce. Nuestro Señor crucificado fue prefigurado por la elevación de este; nuestra culpa, por los aguijones de las serpientes ardientes; y nuestra fe, al buscar el remedio milagroso. El autor y consumador de nuestra fe, quien la inicia en nosotros, la lleva a cabo y la perfecciona. Quien, por el gozo que le fue puesto delante de él, soportó con paciencia y de buena gana la cruz, con todos los dolores anexos a ella. Y está sentado - Donde hay plenitud de gozo.

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