Fragmentos de los escritos perdidos de Ireneo

que se adentran en asuntos de los que no tienen percepción[66].

Clemente de Alejandría Stromata Libro III

Et rursus dicit: "Nemo vos seducat in voluntaria humilitatis religione, et parcimonia corporis".[68]

Tertuliano La receta contra los herejes

La doctrina, sin embargo, de la hechicería de Simón, que inculcó el culto a los ángeles,[363]

Tertuliano contra Marción Libro V

Pero cuando reprocha a los que alegaban visiones de ángeles su autoridad por decir que los hombres deben abstenerse de las carnes -"no deben tocar, no deben gustar"- en una humildad voluntaria, (al mismo tiempo) "vanamente hinchados en la mente carnal, y no reteniendo la Cabeza",[896]

Orígenes contra Celso Libro V

costumbres, y convertidos después al cristianismo por una aparición milagrosa de Jesús, se pueden leer las siguientes palabras en la Epístola a los Colosenses: "Nadie os desvíe de vuestro premio con humildad voluntaria y adorando a los ángeles, inmiscuyéndoos en aquellas cosas que no ha visto, vanamente hinchado por su mente carnal, y sin asirse de la cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido con coyunturas y ligaduras, y cosido, crece con el crecimiento de Dios.”[19]

Tratado de Cipriano IX Sobre la ventaja de la paciencia

y dice: "Mira, no lo hagas, porque yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos. Adora a Jesús el Señor"[57].

Novación sobre las Carnes Judías

Y el apóstol reprendió acertadamente a tales, como "obedeciendo a las supersticiones de los ángeles, hinchados por la mente carnal de ellos, no teniendo a Cristo la cabeza, de quien todo el cuerpo, unido entre sí por vínculos, y entretejidos y crecidos juntos por los miembros mutuos en el vínculo de la caridad, aumenta para Dios; "[34]

La Primera Epístola de Clemente Acerca de la Virginidad

andan vagando ociosamente, y se exaltan, y se jactan "en la mente de la carne"[110].

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