La necesidad de la disciplina de la iglesia 1 Corintios 5:1-2 : Había un pecado terrible que estaba destruyendo la iglesia en Corinto. Pablo dijo: "Se dice comúnmente que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles, que uno debe tener la mujer de su padre.

Pablo dijo que este pecado era tan malo que incluso los paganos no permitirían que sucediera ni participaran en él. La naturaleza del pecado era horrible. Un hermano en Cristo vivía en inmoralidad sexual con su propia madre o su madrastra.

El hombre y la mujer involucrados en el pecado debían ser culpados por su maldad. Asimismo, toda la iglesia debía ser culpada por la complacencia con la que habían mirado un pecado tan horrible. El pecado de un hermano que cometió fornicación con la esposa de su padre fue impactante para Pablo. Estaba aún más sorprendido por la actitud de la iglesia hacia este asunto. Él dijo: "Vosotros estáis hinchados, y no os habéis enlutado más bien, para que el que ha hecho esta obra sea quitado de en medio de vosotros.

( 1 Corintios 5:2 ) Debido a su propio orgullo e indiferencia espiritual, la iglesia de Corinto no había apartado a este hermano de su comunión.

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