Cuidado con el control -- Santiago 3:2-6 : El hecho de que todos los maestros son propensos a hablar de error es una de las principales razones por las que se advirtió a los hombres acerca de buscar ser un maestro. Los errores en la enseñanza no sólo condenan al maestro, sino que su falsa enseñanza llevará a otros a la condenación. ¡Qué terrible pecado del que responder en el Día del Juicio!

El hombre debe aprender a refrenar su lengua. La idea es que si uno logra control o dominio sobre la lengua, puede controlar todo el cuerpo. Nuestra lengua es el miembro más rebelde y rebelde de nuestro cuerpo. Santiago tenía en mente el desafío de evitar enseñar el error o hacer el mal con nuestra lengua.

Santiago presenta tres ilustraciones para ayudarnos a comprender el tema del control de nuestra lengua: (1) bocados en la boca de un caballo, (2) el timón muy pequeño (timón) de un barco y (3) la lengua como un pequeño fuego. . El "bocazo" y el "timón" enfatizan la importancia y el poder de una cosa tan pequeña como la lengua. El fuego enfatiza el asombroso daño resultante de un comienzo tan pequeño.

El bit es una cosa pequeña. Sin embargo, con él puedes controlar a todo el caballo, por grande que sea. Asimismo, una pequeña cosa, la lengua, controla nuestro cuerpo. El que tiene el debido control sobre su lengua puede gobernar todo su cuerpo.

La segunda ilustración es que un gran barco está controlado por un pequeño timón o timón. El barco es muy grande, pero este pequeño timón lo maneja fácilmente. El que tiene el control del timón tiene el control del barco mismo. El jinete controla al caballo con el bocado. El barco está dirigido por un pequeño timón. Una lengua, bajo control, es el medio especial de Dios para gobernar al hombre completo.

Una lengua descontrolada se compara con el "fuego" en cuanto al daño que puede causar. Solo una chispa convierte una casa en cenizas o quema miles de acres. Una lengua de fuego y fuera de control puede destruir una familia, corromper una sociedad, arruinar una iglesia, o destruir un reino. El origen del fuego destructor de la lengua vino del mismo infierno. Recordemos el daño hecho por una lengua cuyas palabras tienen un origen infernal. Contenciones, injurias, reproches y toda clase de falsas enseñanzas. proviene de tal lengua.

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