(6) Según nos escogió en (d) él antes de la fundación del mundo, (7) para que (e) seamos santos y sin mancha (g) delante de él en amor:

(6) Él declara la causa eficaz, o por qué medio Dios Padre nos salva en su Hijo: porque, dice, nos escogió desde la eternidad en su Hijo.

(d) Ser adoptado en él. (7) Expone la próxima causa final, que es doble, es decir, la santificación y la justificación, de la que hablará más adelante. Y por esto también deben notarse dos cosas, es decir, que la santidad de vida no puede separarse de la gracia de la elección; y además, toda la pureza que hay en nosotros es don de Dios, que nos ha elegido gratuitamente por su misericordia.

(e) Dios, entonces, no nos eligió porque fuéramos, o de otra manera hubiéramos sido santos, pero hasta el final deberíamos ser santos.

(f) Estar revestido de la justicia de Cristo.

(g) Verdadera y sinceramente.

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