Esta regla de oro no necesita comentarios. ¡Oh! que todos los seguidores del Señor JESÚS lo hicieron su gobierno con todos los hombres. Se dice de uno de los emperadores paganos, Alejandro Severo, que era un gran admirador de esta máxima, que hizo que se escribiera para uso público, y a menudo la mencionaba en honor a Cristo y la religión cristiana. ¡Qué reproche para los cristianos que no lo hacen!

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