En quien el Dios de este mundo cegó el entendimiento de los incrédulos. [1] Así se colocan las palabras, tanto en el texto latino como en el griego, de modo que el Dios verdadero parece ser llamado el Dios de este mundo, como en otras partes se le llama el Dios del cielo, el Dios de Abraham. Dios, dice San Juan Crisóstomo, cegó, es decir, permitió que se ciegaran. Otros traducen, en quienes Dios ha cegado las mentes de los infieles de este mundo; para que este mundo se una a los incrédulos, y no a Dios; y por el Dios de este mundo, algunos entienden al diablo, llamado a veces príncipe de este mundo, es decir, de los impíos. (Witham)

[BIBLIOGRAFÍA]

En quibus Deus hujus sæculi excæcavit mentes infidelium, griego: en ois o Theos tou aionos toutou etuphlose ta noemata ton apiston. San Juan Crisóstomo, griego: om. ep 594. lin. 11. dice, debe leerse así: Griego: anagnosteon, oti ton apiston tou aionos toutou, etuphlosen o theos [] oemata.

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