Juan dio testimonio de él, etc. Esto probablemente sucedió en el momento en que Jesús hizo su primera aparición entre los que vinieron a ser bautizados por Juan; cuando en esta ofrenda para recibir su bautismo, aunque Juan había sido un extraño para él antes, y no lo conocía por ningún conocimiento personal con él, sin embargo, por alguna poderosa impresión de la mente, pronto discernió que este era Él,a quien antes había enseñado a la gente a esperar, y de cuya persona les había dado un carácter tan elevado; porque estaba claro por su conocimiento de Jesús, que Juan al principio se habría negado a bautizarlo, como un honor del cual se consideraba absolutamente indigno. Tampoco hay que dudarlo, pero que cuando conocía por primera vez a la Persona de cuya apariencia había suscitado tantas expectativas con su predicación, estaría inmediatamente dispuesto a informar a sus oyentes de que éste era el destinatario de él; lo cual ellos mismos podrían haber estado listos para concluir, por la veneración y el respeto poco común con que fue tratado por el Bautista, quien siempre había sido usado para tratar a los hombres con la mayor sencillez.

Comp. Juan 1:27 ; Juan 1:30 con Mateo 3:14 . Erasmo supone que San Juan, en las palabras, el que viene después de mí, es preferido, etc. se refiere a los honores que sabía que habían sido rendidos a Jesús en su infancia por los ángeles, quienes anunciaron su nacimiento a los pastores; por los mismos pastores; por los magos del este; por Simeon y Anna, etc. honores que no podían ser igualados por nada de lo que le había sucedido: pero las palabras tienen, no dudo, un significado más extenso; comprender la dignidad superior de la naturaleza, el oficio, la comisión y la exaltación de Cristo como Mediador, como se puede extraer de Mateo 3:11 el pasaje aquí referido. El Bautista agrega: Porque él fue antes que yo;"Conviene que Jesús se eleve por encima de mí, porque es una Persona superior a mí en naturaleza; porque aunque nació después de mí, existió antes que yo". Sin duda, esto se refiere a ese estado de gloria infinita y eterna en el que Cristo existía antes de su encarnación, del que habla tan claramente el Bautista, cap. Juan 3:31 . Consulte el décimo artículo del Argumento.

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