• Isaías 37:29

    Porque te has enfurecido contra mí, y tu arrogancia ha subido a mis oídos, pondré mi gancho en tu nariz y mi freno en tus labios. Y te haré regresar por el camino por donde has venido’.

  • Isaías 37:30

    “Y esto te servirá de señal, oh Ezequías: Este año comerán de lo que brota de por sí, y el segundo año de lo que crezca de aquello. Pero en el tercer año siembren y sieguen; planten viñas y coman de su fruto.

  • Isaías 37:31

    Y los sobrevivientes de la casa de Judá, los que habrán quedado, volverán a echar raíces por debajo y a dar fruto por arriba.

  • Isaías 37:32

    Porque de Jerusalén saldrá un remanente, y del monte Sion los sobrevivientes. ¡El celo del SEÑOR de los Ejércitos hará esto!

  • Isaías 37:33

    “Por tanto, así ha dicho el SEÑOR acerca del rey de Asiria: ‘No entrará en esta ciudad; no tirará en ella ni una sola flecha. No vendrá frente a ella con escudo ni construirá contra ella terraplén.

  • Isaías 37:34

    Por el camino por donde vino, por él se volverá; y no entrará en esta ciudad, dice el SEÑOR.

  • Isaías 37:35

    Pues defenderé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo y por amor a mi siervo David’ ”.

  • Isaías 37:36

    Entonces salió el ángel del SEÑOR e hirió a ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios. Se levantaron por la mañana, y he aquí que todos ellos eran cadáveres.

  • Isaías 37:37

    Entonces Senaquerib, rey de Asiria, partió y regresó, y permaneció en Nínive.

  • Isaías 37:38

    Pero sucedió que mientras adoraba en el templo de Nisroc, su dios, sus hijos Adramelec y Sarezer lo mataron a espada y huyeron a la tierra de Ararat. Y su hijo Esarjadón reinó en su lugar.

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