1 Timoteo 1:1-20

1 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús nuestra esperanza,

2 a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz, de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.

3 Como te rogué cuando partí para Macedonia, quédate en Éfeso para que requieras a algunos que no enseñen doctrinas extrañas

4 ni presten atención a fábulas e interminables genealogías que sirven más a especulaciones que al plan de Dios, que es por la fe.

5 Pero el propósito del mandamiento es el amor que procede de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe no fingida.

6 Algunos de ellos, habiéndose desviado, se apartaron en pos de vanas palabrerías,

7 queriendo ser maestros de la ley sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman con tanta seguridad.

8 Sabemos, sin embargo, que la ley es buena si uno la usa legítimamente.

9 Y conocemos esto: que la ley no ha sido puesta para el justo sino para los rebeldes e insubordinados, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas,

10 para los fornicarios, para los homosexuales, para los secuestradores, para los mentirosos, para los perjuros, y para cuanto haya contrario a la sana doctrina

11 según el evangelio de la gloria del Dios bendito que me ha sido encomendado.

12 Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel al ponerme en el ministerio

13 a pesar de que antes fui blasfemo, perseguidor e insolente. Sin embargo, recibí misericordia porque, siendo ignorante, lo hice en incredulidad.

14 Pero la gracia de nuestro Señor fue más que abundante con la fe y el amor que hay en Cristo Jesús.

15 Fiel es esta palabra y digna de toda aceptación: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

16 No obstante, por esta razón recibí misericordia, para que Cristo Jesús mostrase en mí, el primero, toda su clemencia para ejemplo de los que habían de creer en él para vida eterna.

17 Por tanto, al Rey de los siglos, al inmortal, invisible y único Dios, sean la honra y la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

18 Este mandamiento te encargo, hijo Timoteo, conforme a las profecías que antes se hicieron acerca de ti, para que milites por ellas la buena milicia

19 manteniendo la fe y la buena conciencia, la cual algunos desecharon y naufragaron en cuanto a la fe.

20 Entre estos están Himeneo y Alejandro, a quienes he entregado a Satanás para que aprendan a no blasfemar.

DIRECCION: PROPOSITO DE PABLO AL DEJAR A TIMOTEO EN EFESO, ES DECIR, OPONERSE A LOS MAESTROS FALSOS; EL USO LEGITIMO DE LA LEY; EN ARMONIA CON EL EVANGELIO; LA GRACIA DE DIOS EN LLAMAR A PABLO, ANTES BLASFEMO, A EXPERIMENTAR EL EVANGELIO Y A PREDICARLO; RECOMENDACIONES A TIMOTEO.

1. por la ordenación de Dios—El mandato autorizado, como también la comisión de Dios. En las Epístolas anteriores la frase es, “Por la voluntad de Dios.” Aquí se expresa de una manera que da a entender que le fué impuesta una necesidad de obrar como apóstol, no que fuera meramente su opción personal. La misma expresión aparece en la doxología, probablemente escrita mucho tiempo después que la Epístola misma. [Alford] (Romanos 16:26). Dios nuestro Salvador—El Padre (cap. 2:3; 4:10; Lucas 1:47; 2 Timoteo 1:9; Tito 1:3; Tito 2:10; Tito 3:4; Judas 1:25). Era una expresión judaica de devoción, tomada del Antiguo Testamento (véase Salmo 106:21). nuestra esperanza—(Colosenses 1:27; Tito 1:2; Tito 2:13).

2. verdadero hijolit., “hijo genuino” (véase Hechos 16:1; 1 Corintios 4:14). Véase Introducción. misericordia—Agregada aquí, al saludo ordinario, dirigiéndose a Timoteo, “Gracia sea a vosotros (Romanos 1:7; 1 Corintios 1:3, etc.) y paz”. En Gálatas 6:16, aparecen “paz y misericordia”. Hay muchas semejanzas entre la Epístola a los Gálatas y las Epístolas Pastorales (véase Introducción); debido tal vez a que allí como aquí tenía él como objeto principal al escribir la corrección de los maestros falsos, especialmente en cuanto al uso correcto de la ley (v. 9). Si se le establece la fecha temprana a la Primera a Timoteo, ésta no será ni mucho después ni mucho antes (según sea que Gálatas fuera escrita en Efeso o Corinto) de la redacción de la Epístola a los Gálatas, lo que explicaría también la semejanza de estilo. La “misericordia” es gracia de una clase más tierna, ejercida hacia los miserables, la experiencia de la cual en el caso de alguna persona la capacita especialmente para el ministerio evangélico. Véase en cuanto a Pablo mismo (vv. 14, 16; 1 Corintios 7:25; 2 Corintios 4:1; Hebreos 2:17). [Bengel]. El no usó la palabra “misericordia” en cuanto a las iglesias, porque la “misericordia” en toda su plenitud ya existía para ellas; mas en el caso de un ministro individual, medidas nuevas de ella hacían falta continuamente. La “gracia” tiene referencia a los pecados de la humanidad; la “misericordia”, a su miseria. Dios extiende su gracia a los hombres porque son culpables; su misericordia a ellos porque son miserables. [Trench]. Cristo Jesús—En las Epístolas Pastorales “Cristo” a menudo se coloca antes de “Jesús” para dar prominencia al hecho de que las promesas mesiánicas del Atniguo Testamento, bien conocidas a Timoteo (2 Timoteo 3:15), fueron cumplidas en Jesús.

3. La superintendencia de la iglesia en Efeso por Timoteo fué en su carácter de lugarteniente del apóstol, y por lo tanto era temporal. De este modo, el cargo de director superintendente, necesario por un tiempo en Efeso o Creta en ausencia del apóstol presidente, después vino a ser institución permanente en el alejamiento, por muerte, de los apóstoles que hasta entonces presidían las iglesias. El primer título de esos superintendentes parece haber sido “ángeles” (Apocalipsis 1:20).

3. Como te rogué que te quedases—El pensaba haber añadido; “Asi todavía te ruego”, pero no terminó la oración hasta hacerlo virtualmente, aunque no formalmente, en el v. 18. en Efeso—Pablo, en Hechos 20:25, declaró a los ancianos efesios, “Yo sé que todos vosotros no veréis más mi rostro”. Entonces y como el peso del argumento parece favorecer (véase Introducción) si esta Epístola fué escrita después del primer encarcelamiento de Pablo, la aparente discrepancia entre su profecía y el acontecimiento puede reconciliarse considerándose que los términos de la profecía no fueron que él nunca volvería a visitar a Efeso (lo que da a entender este versículo que hizo), sino que todos ellos “no verían más su rostro”. No puedo creer, con Birks, que este versículo sea incompatible con su teoría, de que Pablo en realidad no visitó a Efeso, aunque había estado en su inmediata cercanía (véase cap. 3:14; 4:13). La conjunción “así” correspondiente a “como” no se da, y la oración no es completada, aunque lo es virtualmente en el v. 18. te rogué—Palabra suave, en vez de una orden autoritaria, como a un colaborador. algunos—El pronombre indefinido es ligeramente despreciativo acerca de ellos (Gálatas 2:12; Judas 1:4). [Ellicott]. no enseñen diversa doctrina—de la que yo enseñé (Gálatas 1:6). Su pronóstico profético de hacía unos años (Hechos 20:29) ahora se estaba cumpliendo (véase cap. 6:3).

4. fábulas—Leyéndas acerca del origen y propagación de los ángeles, tales como enseñaban los maestros falsos en Colosas (Colosenses 2:18). “Fábulas judaicas” (Tito 1:14). “Fábulas profanas y de viejas” (cap. 4:7; 2 Timoteo 4:4). genealogías—No meramente genealogías civiles como eran comunes entre los judíos por medio de las cuales ellos trazaban su descendencia de los patriarcas, a las cuales Pablo no se opondría, y a las cuales él no clasificaría con “fábulas”, sino las genealogías gnósticas de espíritus y eones, como ellos las llamaban. “listas de emanaciones gnósticas”. [Alford]. Así Tertuliano, Adversus Valentinianos, c. 3, e Ireneo. Pref. Los judaizantes aludidos aquí, mientras mantenían la obligación perpetua de la ley mosaica, juntaban con ella una tendencia ascética, teosófica, alegando ver en ella misterios más profundos que los que otros podían ver. Existían entonces los gérmenes del gnosticismo, no el fruto completo de la edad post-apostólica. Esto formaba el período de transición entre el judaísmo y el gnosticismo. “Sin término” se refiere a la inutilidad cansadora de sus largas genealogías (véase Tito 3:9). Pablo se opone a los “eones” de ellos, al “Rey de los eones (así el griego, v. 17), a quien sea honor y gloria por los eones de eones”. La palabra “eón” probablemente no se usaba todavía en el sentido técnico de los gnósticos posteriores; pero “el solo sabio Dios” (v. 17), por anticipación, impugna las ideas adoptadas después en la misma fraseología de los gnósticos. cuestiones—de mera especulación (Hechos 25:20), no prácticas; que engendraban solamente discusiones curiosas. “Cuestiones y contiendas de palabras” (cap. 6:4); “para nada aprovecha” (2 Timoteo 2:14); “que engendran contiendas” (2 Timoteo 2:23). “Vanas pláticas” (vv. 6, 7) de pretendidos “doctores de la ley”. edificación de Dios—Los manuscritos más antiguos leen “la dispensacción de Dios”, la dispensación evangélica de Dios para con los hombres (1 Corintios 9:17). “que es (tiene su elemento) en la fe”. Conybeare traduce, “El ejercer la mayordomía de Dios” (1 Corintios 9:17). El da a entender que los maestros falsos en Efeso eran presbíteros, lo que concuerda con la profecía. Hechos 20:30.

5. Pues—Mejor, “pero”. En contraste con la doctrina de los maestros falsos. el fin—el propósito, o meta. mandamientoGriego “del cargo” que tú debes encargar a tu rebaño. Refiriéndose a la misma palabra en los vv. 3, 18; aquí, sin embargo, en sentido más amplio, como que incluye la “dispensación evangélica de Dios” (Nota, vv. 4 y 11). que era la suma y la substancia de la “amonestación” encomendada a Timoteo con la cual él había de “encargar” a su rebaño. la caridad—AMOR: la suma y el fin de la ley y del evangelio igualmente, y aquello en lo cual el evangelio es el cumplimiento del espíritu de la ley en toda lota y tilde (Romanos 13:10). El fundamento es la fe (v. 4), el “fin” es el amor (v. 14; Tito 3:15). nacida de—saltando como de una fuente. corazón limpio—un corazón purificado por la fe (Hechos 15:9; 2 Timoteo 2:22; Tito 1:15). buena conciencia—Una conciencia librada de culpa por el efecto de una fe sana en Cristo (v. 19; cap. 3:9; 2 Timoteo 1:3; 1 Pedro 3:21). Contrástese con 1 Timoteo 4:2; Tito 1:15; véase Hechos 23:1. Juan usa “corazón” donde Pablo usaría “conciencia”. En Pablo el entendimiento es el sitio de la conciencia; el corazón es el sitio del amor, [Bengel]. Una conciencia buena está unida con la fe sana; una conciencia mala con falta de firmeza en la fe (véase Hebreos 9:14). fe no fingida—No una fe hipócrita, muerta y estéril, sino una fe que obra por amor (Gálatas 5:6). Los maestros falsos atraían a los hombres, separándolos de tal fe cariñosa, activa, real y guiándolos a “cuestiones” especulativas e inutiles (v. 4), “vanas pláticas”.

6. De lo cual—es decir, del corazón limpio, de buena conciencia y fe no fingida, la fuente del amor. distrayéndoselit., “errando el blanco (el “fin”) al cual se debía dirigir el tiro”. Se traduce “fueron descaminados”, en cap. 6:21; 2 Timoteo 2:18. En vez de apuntar y llegar a las gracias mencionadas arriba, ellos “se desviaron (cap. 5:15; 2 Timoteo 4:4; Hebreos 12:13) a vanas pláticas”; lit., “parlería vana”, acerca de la ley y las genealogías de ángeles (v. 7; Tito 3:9; Tito 1:10); 1 Timoteo 6:20, “profanas pláticas de vanas cosas”, etc. Es la mayor vanidad cuando las cosas divinas no son discutidas con verdad (Romanos 1:21). [Bengel].

7. Una muestra de sus “vanas pláticas” (v. 6). Queriendo ser—Ellos presumen de maestros, sin serlo. la ley—La ley judía (Tito 1:14; Tito 3:9). Los judaizantes aquí mencionados parecen distintos de los combatidos en las Epístolas a los Gálatas y a los Romanos, los cuales hacían que las obras de la ley fuesen necesarias para la justificación, en oposición a la gracia del evangelio. Pero los judaizantes aquí referidos corrompían la ley con “fábulas” que pretendían fundar en la ley, las cuales eran subversivas a la moralidad como también a la verdad. Su error no consistía en defender la obligación de la ley, sino en abusar de ella por interpretaciones fabulosas e inmorales de ella, y por añadiduras a ella. ni lo que hablan, ni lo que afirman—sin entender sus propias afirmaciones ni el objeto mismo acerca del cual las hacen. [Alford].

8. Sabemos empero—Nosotros sí sabemos (Romanos 3:19; Romanos 7:14). la ley es buena—en pleno acuerdo con la santidad y bondad de Dios. si alguno—principalmente, un maestro; luego, todo cristiano usa de ella legítimamente—en su lugar legítimo en el sistema evangélico; es decir. no como medio por el cual el “hombre justo” alcance una perfección más elevada que la que podría conseguir por el evangelio solo (cap. 4:8; Tito 1:14), lo que era el uso pervertido al cual la destinaban los maestros falsos, sino como medio de despertar el sentido del pecado en los pecadores (vv. 9, 10; véase Romanos 7:7; Gálatas 3:21).

9. la ley no es puesta para el justo—No para uno que está por fe en la justicia de Cristo, la cual le es imputada para justificación y comunicada interiormente por el Espíritu para santificación. “Uno que no está forensemente responsable ante la ley.” [Alford]. Para la santificación la ley no comunica ningún poder interno para cumplir la ley; mas Alford va demasiado leios al hablar de que el hombre justo “moralmente no necesita la ley”. Sin duda, a medida que él es interiormente guiado por el Espíritu, el hombre justificado no necesita la ley, la que es sólo una regla externa (Romanos 6:14; Gálatas 5:18, Gálatas 5:23). Pero como el justificado a menudo no se entrega completamente a la dirección interna del Espíritu, moralmente él necesita la ley externa, para que le manifieste su pecado y las demandas de Dios. El motivo por el cual los diez mandamientos no tienen poder para condenar al cristiano no es que no tenga autoridad sobre él, sino porque Cristo los cumplió como nuestra fianza (Romanos 10:4). los desobedientes—Griego, “los no sujetados”; insubordinados; se traduce “contumaces” en Tito 1:6, Tito 1:10. “Injustos y desobedientes” se refieren a los que se oponen a la ley, para quienes está “puesta”. “Impíos y pecadores” (Griego, los que no reverencian a Dios y que abiertamente pecan contra él) los que se oponen a Dios, de parte de quien viene la ley; los “malos y profanos” (los interiormente impuros y los merecedores de exclusión de participar en los servicios del santuario), pecadores contra los mandamientos tercero y cuarto; “parricidas y matricidas”, pecadores contra el quinto mandamiento; “homicidas”. pecadores contra el sexto mandamiento.

10. fornicarios, etc.—pecadores contra el séptimo mandamiento. ladrones de hombres—traficantes en esclavos. La ofensa más atroz contra el octavo mandamiento. Ningún robo de bienes de un hombre puede igualar en atrocidad al robo de la libertad del hombre. No se ataca directamente la esclavitud en el Nuevo Testamento: el haberlo hecho habría sido trastornar violentamente el orden existente de cosas. Pero el cristianismo enseña principios que con seguridad han de socavarla. y finalmente derribarla, dondequiera que el cristianismo haya tenido su desarrollo natural (Mateo 7:12). los mentirosos y perjuros—ofensores contra el noveno mandamiento. si hay alguna otra cosa contraria, etc.—Respondiendo al décimo mandamiento en su aspecto más amplio. No lo especifica particularmente. porque su objeto es presentar las formas más vergonzosas de transgresión; mientras que el décimo mandamiento es profundamente espiritual, tanto así que fué por medio de él que el sentido del pecado. en su forma más sutil de “concupiscencia”, como nos dice Pablo (Romanos 7:7). se hizo sentir en su propia conciencia. Así, arguye Pablo, estos presumidos maestros de la ley, mientras se jactan de una perfección más elevada por medio de ella. en realidad se rebajan de la elevación del evangelio al nivel de los groseramente desobedientes para quienes fué puesta la ley, y no para los creyentes del evangelio. Y en la misma práctica, los abogados más porfiados por la ley como el medio de la perfección moral, como, en este caso, son los que finalmente son los más propensos a caer completamente de la moralidad de la ley. La gracia del evangelio es el único medio verdadero de santificación como también de justificación. sanasaludable, espiritualmente conductiva a la salud (cap. 6:3 2 Timoteo 1:13; Tito 1:13; Tito 2:2), como contraria a la doctrina enfermiza, mórbida, “La doctrina”, o “enseñanza” que “es conforme a la piedad” (cap. 6:3).

11. Según el evangelio de la gloriaLa libertad del creyente de la ley como la santificadora y también la justificadora, dada a entender en los vv. 9, 10, es lo que forma conexión con este versículo. Esta exención del justo de la ley y la designación de ella a los impíos como su verdadero objeto, es “según el evangelio de la gloria del Dios bendito”. El evangelio manifiesta la gloria de Dios (Efesios 1:17; Efesios 3:16) en considerar “justo” al creyente, por la justicia de Cristo, sin “la ley” (v. 9); y en comunicar aquella justicia por la cual él odia todos aquellos pecados contra los cuales (vv. 9, 10) la ley se aplica. El término “bendito” indica al mismo tiempo la inmortalidad y la suprema felicidad. El supremamente bendito es aquel de quien fluye toda bienaventuranza. Este término, aplicado a Dios, sólo ocurre aquí y en el cap. 6:15: muy apropiado al hablar aquí de la bienaventuranza del evangelio, en contraste con la maldición sobre los que están bajo la ley (v. 9; Gálatas 3:10). a mí me ha sido encargado—El orden de las palabras en el griego hace énfasis en la persona de Pablo. “Encomendado en confianza a mí”; en contraste con la clase de enseñanza legalista que aquellos (que no tenían ninguna comisión evangélica), los maestros falsos, asumieron para sí (v. 8; Tito 1:3).

12. El honor dado a Pablo en tener el ministerio del evangelio encargado a su cuidado, sugiere la digresión referente a lo que él antes era, no mejor (v. 13) que aquellos pecadores ya descritos (vv. 9, 10), cuando la gracia del Señor (v. 14) le visitó. Y—omitido en la mayoría de los manuscritos más antiguos. doy graciasGriego, “Tengo (es decir, siento) gratitud”. que me fortificó—El mismo verbo griego usado en Hechos 9:22, “Saulo mucho más se esforzaba”. Una coincidencia no calculada entre Pablo y Lucas, su compañero. Me fortificó” para el ministerio. “No es en mi propio poder que traigo esta doctrina a los hombres, sino según soy fortalecido y animado por aquel que me salvó”. [Teodoreto]. El hombre es por naturaleza “flaco” (Romanos 5:6). La verdadera conversión y llamamiento confieren el poder. [Bengel]. de que—el fundamento principal de sus “gracias a Cristo”. que me tuvo por fiel—El Señor preordenó y previó que yo sería fiel al cargo a mí encomendado. Que Pablo dé gracias a Dios por esto demuestra que el mérito de su fidelidad se debía sólo a la gracia de Dios, no a sus propias fuerzas naturales (1 Corintios 7:25). La fidelidad es la calidad requerida en un mayordomo (1 Corintios 4:2). poniéndome en el ministerio—destinándome en los propósitos soberanos de su gracia para el ministerio (1 Tesalonicenses 5:9; Hechos 20:24).

13. Habiendo sido antes blasfemo—“A pesar de que antes yo era blasfemo,” etc. (Hechos 26:9, Hechos 26:11). perseguidor—(Gálatas 1:13). injuriadorGriego, “insultador”; el que se porta injuriosamente por desprecio arrogante de otros. Uno que añade insulto al daño. Bengel traduce, “un despreciador”. Yo prefiero la idea. “contumelioso para con otros”. [Wahl]. Sin embargo, estoy de acuerdo con Bengel en que “blasfemo” es contra Dios; “perseguidor”. contra hombres santos. “insolentemente injurioso” incluye, con la idea de dañar a otros. la de “altivez” insolente [Donaldson] en relación con uno mismo. Esta relación triple con Dios, con el vecino de uno, y consigo mismo, ocurre frecuentemente en esta Epístola (vv. 5, 9, 14; Tito 2:12). fuí recibido a misericordia—La misericordia de Dios y la falta de ella que sentía Pablo, están en marcado contraste [Ellicott]; Griego, “fuí hecho objeto de la misericordia”; verbo en voz pasiva. El sentido de misericordia era perpetuo en la mente del apóstol (véase Nota v. 2). Los que han sentido la misericordia, mejor pueden tener misericordia para los que están extraviados (Hebreos 5:2). porque lo hice con ignorancia—La igonrancia en sí no merece perdón; pero como causa de incredulidad es menos culpable que el orgullo y el endurecimiento voluntario de alguno contra a verdad (Juan 9:41; Hechos 26:9). Por lo tanto es la oración de intercesión de Cristo a favor de sus asesinos (Lucas 23:34); y es hecha por Pablo una circunstancia mitigante, en el pecado de los judíos, y una circunstancia que da la esperanza de una puerta de arrepentimiento (Hechos 3:17; Romanos 10:2). El “porque”, etc. no da a entender que la ignorancia sea motivo suficiente para que sea concedida la misericordia; mas muestra cómo es posible que un pecador tal consiguiera la misericordia. El fundamento positivo de que le sea mostrada misericordia se halla sólo en la compasión de Dios (Tito 3:5). La base de la ignorancia está en la incredulidad, lo que da a entender que esta ignorancia no está libre de culpa. Pero hay una gran diferencia entre un sincero celo por la ley, y el esfuerzo porfiado contra el Espíritu de Dios (Mateo 12:24; Lucas 11:52). [Wiesinger].

14. Mas—No solamente que fuí recibido a misericordia, mas, etc. la gracia—por la cual “fuí recibido a misericordia” (v. 13). fué más abundanteGriego, “sobreabundó”. Donde el pecado creció, sobrepujó la gracia (Romanos 5:20). con la feacompañada por fe, la que es lo contrario a la “incredulidad” (v. 13). amor—en contraste con blasfemo, perseguidor e injuriador”. que es en Cristo—como su elemento y hogar [Alford]: aquí como su fuente de donde fluye a nosotros.

15. Palabra fiel—digna de ser creída. porque “Dios”, quien la pronuncia, “es fiel” a su palabra (1 Corintios 1:9; 1 Tesalonicenses 5:24; 2 Tesalonicenses 3:3; Apocalipsis 21:5; Apocalipsis 22:6). Parece que esto había llegado a ser un dicho axiomático entre los cristianos; la frase “palabra fiel” es peculiar a las Epístolas Pastorales (cap. 2:11; 4:9; Tito 3:8). Tradúzcase como el griego, “Fiel es el dicho”. recibida de todoslit., “digna de toda aceptación”; recepción (como bendición) en el corazón, como también en el entendimiento, con todo gozo: ésta es la fe que obra aceptando la oferta evangélica, dándole entrada y apropiándola (Hechos 2:41). Esta “aceptación” debería ser universal—“toda aceptación”. por todos y con todas las facultades del alma, mente y corazón. Pablo, diferente de los maestros falsos (v. 7). entiende lo que está diciendo y lo que está afirmando; y por su sencillez de estilo y tema, proponiendo la gran verdad fundamental de salvación por Cristo. refuta las especulaciones abstrusas e imprácticas de los maestros falsos (1 Corintios 1:18; Tito 2:1). Cristo—como prometido. Jesús—como manifestado [Bengel]. vino al mundo—que estaba lleno de pecado (Juan 1:29; Romanos 5:12; 1 Juan 2:2, Joel 2:2). Esto da a entender su preexistencia. Juan 1:9, Griego, “La verdadera luz, viniendo al mundo, alumbra todo hombre”. para salvar a los pecadores—aun a pecadores notables como Saulo de Tarso. El caso de él fué sin rival desde la ascensión, en cuanto a la enormidad del pecado y la grandeza de la misericordia; que el que consentía en la muerte del protomártir Esteban, fuese el sucesor de él mismo. yo soy—no meramente, “Yo era primero”, principal (1 Corintios 15:9; Efesios 3:8; véase Lucas 18:13). A cada creyente sus propios pecados siempre le tienen que parecer, mientras viva, más grandes que los de otros, los cuales él nunca puede conocer tan bien como conoce los suyos propios. primero—La misma palabra griega como en el v. 16, “primero”, que se refiere a este v. 15. Tradúzcase en ambos versículos, “delantero”. Bien podría él inferir que donde hubo misericordia para él, la hay para todos los que se allegan a Cristo (Mateo 18:11; Lucas 19:10).

16. Mas—haciendo contraste de su propia pecaminosidad consciente con la gratuita visitación de Dios con él en misericordia. por esto—por el mismo motivo que pasa a definir. que … en mí—en el caso mío. primero—“delantero”. Así como yo era “delantero” en el pecado, así Dios me hizo el ejemplo “delantero” de misericordia. mostrase—para su propia gloria (la voz media en griego), Efesios 2:7. toda su clemencia—en toda su paciencia conmigo mientras yo era perseguidor. ejemplo—una muestra (1 Corintios 10:6, 1 Corintios 10:11) para asegurar a los pecadores más grandes la certeza de que no serán rechazados al venir a Cristo, ya que aun Saulo halló misericordia. Así David hizo de su propio caso de perdón, a pesar de lo grande de su pecado, una muestra para alentar a otros pecadores para que buscasen el perdón (Salmo 32:5). La palabra griega por “ejemplo” se usa a veces por “bosquejo”, o diseño, del cual han de completarse los detalles en el caso de cada uno. que habían de creer en élgriego, “sobre él”. La fe descansa sobre él como el único cimiento en que confía la fe. para vida eterna—La meta final que la fe siempre tiene a la vista (Tito 1:2).

17. Conclusión apta a la enunciación del evangelio hermosamente sencilla, de la cual su propia historia es una muestra o modelo vivo. Es del sentido experimental de la gracia que fluye la doxología. [Bengel]. Rey de siglos—por decir, Rey eterno. La versión de los Setenta traduce Éxodo 15:18 : “El Señor reinará por edades y más allá de ellas”. Salmo 145:13, “Tu reino es reino de todos los siglos”, o “de todas las edades.” La “vida eterna” (v. 16) sugirió aquí al “Rey eterno”, o “de (todos) los siglos”. Responde también a “por los siglos de los siglos” al final del versículo; lit., “hasta las edades de las edades” (innumerable sucesión de edades compuestas de edades). inmortal—Los manuscritos más antiguos leen, “incorruptible”. La Vulgata y un manuscrito muy antiguo leen como en nuestra versión (Romanos 1:23). invisible—(Cap. 6:16; Éxodo 33:20; Juan 1:18; Colosenses 1:15; Hebreos 11:27). al solo sabio Dios—Los manuscritos más antiguos omiten “sabio”, que probablemente se infiltró por influencia de Romanos 16:27, donde está más apropiado al contexto que aquí (véase Judas v. 25). El “solo Potentado” (cap. 6:15; Salmo 86:10; Juan 5:44). por los siglos de los siglos—Véase Nota anterior. El pensamiento de la eternidad (por terrible que lo es a los incrédulos) es deleitoso a los que están seguros de la gracia (v. 16). [Bengel].

18. Aquí el escritor vuelve al tema empezado en el v. 3. La conclusión (apódosis) a la cláusula anterior: “Así como te rogué … que requirieses” (v. 3); se da aquí. si no formalmente, por lo menos substancialmente. Este mandamiento—es decir, “Que … milites en ellas (así el griego) buena milicia”, es decir, que cumplas tu soberana vocación, no sólo como cristiano sino como ministro oficialmente, una función de la cual es que “requirieses a algunos que no enseñen diversa doctrina” (v. 3). te encargo—como depósito sagrado (cap. 6:20; 2 Timoteo 2:2) a ser puesto delante de tus oyentes. conforme a—en prosecución de; en consonancia con. las profecías pasadas de ti—las insinuaciones dadas por profetas respecto de ti en tu ordenación, cap. 4:14 (como, probablemente, por Silas, compañero de Pablo, “profeta”, Hechos 15:32). Tal intimación profética, como también el buen informe de Timoteo dado por los hermanos (Hechos 16:2), habrían movido a Pablo a escogerle como su compañero. Véanse profecías semejantes acerca de otros, Hechos 13:1, en conexión con la imposición de manos; Hechos 11:28; Hechos 21:10; véanse 1 Corintios 12:10; 1 Corintios 14:1; Efesios 4:11. En Hechos 20:28, se dice expresamente que “el Espíritu Santo los (los presbíteros efesios) había puesto por obispos”, o superintendentes. Clemente de Roma, Epístola ad Corinthios, dice que era la costumbre de los apóstoles “hacer prueba por el Espíritu”, es decir, por el “poder de discernir”, para averiguar quiénes habían de ser obispos y diáconos en las diferentes iglesias establecidas. Así Clemente de Alejandría dice acerca de las iglesias vecinas de Efeso, que los obispos eran señalados para ordenación por una revelación del Espíritu Santo a Juan. por ellasGriego, “en ellas”; vestido, como si fuera, en ellas: armado por ellas. milicia—no la mera “pelea” (cap. 6:12; 2 Timoteo 4:7), sino toda la campaña militar; el servicio militar. Tradúzcase como el griego, no una, sino “la buena malicia”.

19. Manteniendo—Teniendo asida “la fe” y “la buena conciencia” (v. 5); no “echando de ti ésta” como “algunos”. La fe es como un licor muy precioso; la buena conciencia es el vaso limpio, puro, que lo contiene. [Bengel]. La pérdida de la buena conciencia ocasiona el naufragio de la fe. La conciencia del pecado (no arrepentido y no perdonado) mata el germen de la fe en el hombre. [Wiesinger]. la cual—Número singular en el griego, tiene por antecedente “buena conciencia” y no “la fe” también; sin embargo, el resultado de “echar de sí” la buena conciencia es que uno pierde la fe también. echando de sí—como acto voluntario. La rechazan como mo nitor molesto. Ella se retira de mala gana, excluída por la fuerza, cuando su dueño se cansa de su importunidad, y está resuelto a retener sus pecados al costo de perderla a ella. Uno no puede estar en relaciones amigables con ella y con el pecado al mismo tiempo. naufragio—“respecto de la fe”. La fe es el buque en el cual ellos profesadamente se habían embarcado. del cual la “buena conciencia” es el ancla. Los antiguos cristianos frecuentemente usaban esta imagen, comparando el curso de la fe con la navegación. El griego no da a entender que uno que ha tenido la fe, haga naufragio de ella, sino que los que echan de sí la buena conciencia, “hacen naufragio respecto de la fe”.

20. Himeneo—No hay dificultad en suponer que él es el Himeneo de 2 Timoteo 2:17. Aunque “entregado a Satanás” (el señor de todos los que están fuera de la iglesia, Hechos 26:18, y ejecutor de la ira en los desobedientes, cuando le es permitido por Dios, 1 Corintios 5:5; 2 Corintios 12:7), fué probablemente restaurado en la iglesia después, y otra vez la molestó. Pablo, en su carácter de apóstol, aunque distante en Roma, pronunció la sentencia a ser ejecutada en Efeso, la cual probablemente incluía la excomunión de los ofensores (Mateo 18:17). La sentencia obraba no sólo espiritualmente sino también físicamente, una enfermedad, o alguna visitación de Dios, que caía sobre la persona excomulgada, a fin de traerla al arrepentimiento y a la salvación. El Alejandro aquí mencionado es tal vez el “calderero” que hizo a Pablo “muchos males” cuando éste visitó a Efeso. El “entregarlo a Satanás” fué probablemente la consecuencia de que había resistido al apóstol (2 Timoteo 4:14); como la misma sentencia contra Himeneo fué consecuencia de que él “decía que la resurrección es ya hecha” (2 Timoteo 2:18; el haber echado de sí la buena conciencia, naturalmente produjo naufragio respecto de la FE, v. 19. Si la religión de uno no mejora sus principios morales, sus deficiencias morales corromperán su religión. La lluvia que cae pura del cielo, no continuará pura si es recibida en receptáculo sucio. [Arzobispo Whately].) Es posible que él sea el Alejandro, entonces judío, presentado por los judíos contra Pablo, en el alboroto en Efeso (Hechos 19:33). para que aprendan—no “para que aprendiesen”; dando a entender que el efecto continúa; que la sentencia todavía no ha sido quitada. aprendanGriego, “sean disciplinados”, es decir, por castigos y sufrimiento. a no blasfemar—al nombre de Dios y Cristo, haciendo y onseñando lo que sea indigno de su profesión cristiana (Romanos 2:23; Santiago 2:7). Aunque los apóstoles, que eran infalibles, tenían el poder de excomunicación, acompañada por inflicciones corporales, enviadas milagrosamente (2 Corintios 10:8), no resulta que los ministros falibles de ahora tengan algún poder, con excepción del de excluír del compañerismo eclesiástico a los que viven notoriamente mal.

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