El apóstol comienza afirmando su apostolado que los falsos maestros habían puesto en duda. Fue llamado a ello por el mismo Cristo, en su conversión milagrosa, siendo transformado "en un vaso de elección para llevar su nombre ante reyes y naciones, y los hijos de Israel". Así elegido, lo vemos inmediatamente después de su conversión, predicando en Damasco y Arabia. (Calmet) --- Cuidémonos de los maestros autoproclamados, que no son ni llamados por Dios ni debidamente ordenados por los hombres, y sin embargo, se observa que se entrometen en el ministerio.

--- No del hombre, ni del hombre. [1] El apóstol aquí dice expresamente, todos los hermanos que están conmigo; para mostrar que no adelantó nada que no fuera conforme a la creencia de todos los fieles. (San Jerónimo) --- Y nuevamente dice, (ver. 12.) ni lo recibí de hombre, ni lo aprendí, sino por la revelación de Jesucristo. Es decir, no de él, que era solo un hombre, sino de Jesucristo, que era tanto Dios como hombre.

San Jerónimo, quien nos ha dejado un comentario sobre esta epístola, (tom. Iv. P. 222. Ed. Ben. Como también San Juan Crisóstomo, tom. Iii. P. 709. Ed. Sav.) Toma nota, que la divinidad de Cristo se prueba a partir de estas expresiones, que San Pablo no fue un apóstol, ni tuvo su misión solo del hombre, sino de Jesucristo, que por lo tanto no fue solo un hombre. --- Por Jesucristo y Dios Padre. Un segundo argumento para mostrar la igualdad del Hijo con el Padre.

Y en tercer lugar, destruye otra objeción de los arrianos, quienes solían pretender que el Padre, siendo siempre nombrado primero, solo él, y no el Hijo, era propiamente Dios. En cuarto lugar, otro de sus argumentos para probar que sólo el Padre es verdaderamente Dios, era que se le llamaba Dios, con el artículo griego; y aquí el Padre se llama Dios, sin el mencionado artículo griego. En quinto lugar, también pretendían que el Hijo no era Dios, porque se decía que el Padre lo entregaría a la muerte: y aquí (ver. 3) se dice que el Hijo se da y se libera a sí mismo. (Witham)

[BIBLIOGRAFÍA]

Non ab homine, sobre el cual san Jerónimo, ergo non homo tantum est Christus. Véase San Juan Crisóstomo en su comentario, o griego: ermeneia, sobre esta epístola, p. 713, donde se da cuenta contra los arrianos, que aquí Dios el Padre se llama griego: Theos, no griego: o Theos; de modo que su argumento del artículo griego no tiene fuerza; Griego: choris arthrou .... ouk apo tou, alla apo theou patros, etc.

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