Los obsequios temporales también están incluidos: Danos este día nuestro pan de cada día.

Al presentar la petición de esta forma, Cristo enseña humildad y frugalidad. Por este día oramos, sin pensar en el mañana, sin ceder a los cuidados ansiosos. Y el pan de cada día que debemos pedir, el que es suficiente para el día de hoy, suficiente para alimentarnos día a día. Dios, en su bondad infinita, incluye mucho más que las cosas que son necesarias para nuestra mera existencia, como muestra Lutero en su explicación de esta petición.

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