Pilato, por tanto, oyó estas palabras, sacó a Jesús y se sentó en el tribunal en un lugar que se llama el Pavimento, pero en hebreo, Gabbatha.

Ver. 13. Por tanto, cuando Pilato oyó ese dicho ] Ese dicho, y el temor vil de ser engañado por César, le hace retorcerse e ir en contra de su conciencia. Pero, ¿no deberían los jueces ser hombres valientes? ¿No debería ser el estándar de acero? ¿Los puestos principales de la casa son corazón de roble? El tribunal de Salomón estaba bajo el apoyo de leones, para mostrar de qué metal debía estar hecho un magistrado. Es una misericordia tener jueces, modo audeant quae sentiunt, dice el orador, para que se atrevan a hacer sus conciencias. (Cic. Pro Milone.)

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