4 Vosotros adúlteros. Conecto este verso con los versos anteriores: porque él los llama adúlteros, como creo, metafóricamente; porque se corrompieron con las vanidades de este mundo y se alejaron de Dios; como si hubiera dicho que se habían degenerado o se habían convertido en bastardos. Sabemos cuán frecuente, en la Sagrada Escritura, ese matrimonio menciona que Dios forma con nosotros. Él nos quiere, entonces, para ser como una virgen casta, como dice Pablo, (2 Corintios 11:2). Esta castidad es violada y corrompida por todos los afectos impuros hacia el mundo. James, entonces, no sin razón compara el amor del mundo con el adulterio.

Ellos, entonces, quienes toman sus palabras literalmente, no observan suficientemente el contexto: porque él continúa hablando en contra de las lujurias de los hombres, que alejan a los enredados con el mundo de Dios, como sigue:

La amistad del mundo. Él lo llama la amistad del mundo cuando los hombres se entregan a las corrupciones del mundo y se convierten en esclavos de ellos. Porque tal y tan grande es el desacuerdo entre el mundo y Dios, que tanto como cualquiera se inclina por el mundo, tanto se aleja de Dios. Por eso la Escritura nos pide a menudo que renunciemos al mundo, si deseamos servir a Dios.

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