Amados, ahora somos hijos de Dios - Ahora, de hecho, mantenemos este rango y dignidad, y sobre eso podemos reflexionar con placer y gratitud. Es en sí mismo un honor exaltado, y puede contemplarse como tal, lo que sea cierto con respecto a lo que está por venir. En la dignidad y los privilegios que ahora disfrutamos, podemos encontrar un agradecido tema de reflexión y una causa de agradecimiento, incluso si no debemos mirar a nada más allá, o cuando contemplamos el hecho por sí mismo.

Y todavía no aparece lo que seremos - No se revela completamente lo que seremos más adelante; cuál será el resultado completo de ser considerado como los hijos de Dios. De hecho, hay ciertas cosas que pueden deducirse de esto. Hay suficiente para animarnos con esperanza y para sostenernos en las pruebas de la vida. Hay una cosa que está clara, que seremos como el Hijo de Dios; pero lo que está completamente involucrado en esto no se sabe. Quizás,

(1) No podría revelarse tanto que pudiéramos entenderlo, porque ese estado puede ser tan diferente del presente que ninguna palabra transmitiría completamente la concepción a nuestras mentes. Quizás,

(2) Puede ser necesario para nuestra condición aquí, como en período de prueba, que no se proporcione más luz con respecto al futuro que para estimularnos a hacer esfuerzos para llegar a un mundo donde todo es luz. Para una ilustración del sentimiento expresado aquí por el apóstol, compare las notas en 2 Pedro 1:4.

Pero sabemos que, cuando aparezca, seremos como él - Se nos revela que seremos hechos como Cristo; es decir, en los cuerpos con los cuales seremos resucitados, en carácter, en felicidad, en gloria. Compare la nota Filipenses 3:21; 2 Corintios 3:18 nota. Esto es suficiente para satisfacer al cristiano en sus perspectivas para el mundo futuro. Ser como Cristo es el objeto de su objetivo supremo. Para eso vive, y todas sus aspiraciones con respecto al mundo venidero se pueden resumir en esto: que desea ser como el glorificado Hijo de Dios y compartir sus honores y sus alegrías. Vea las notas en Filipenses 3:1.

Porque lo veremos tal como es - Está claramente implícito aquí que habrá una influencia en contemplar al Salvador tal como es, lo que tenderá a hacernos como él, o para transformarnos en su semejanza. Vea la naturaleza de esta influencia explicada en las notas en 2 Corintios 3:18.

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