Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las (a) doce tribus que están (b) esparcidas, saludando.

(a) Es decir, no está escrito a ningún hombre, ciudad o país, sino a todos los judíos en general, que ahora se encuentran dispersos.

(b) A todos los judíos creyentes, cualquiera que sea su tribu, dispersos por todo el mundo.

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