• Números 16:22

    Ellos se postraron sobre sus rostros y dijeron: — Oh Dios, Dios de los espíritus de todo ser humano: Cuando un solo hombre peca, ¿te has de enfurecer contra toda la congregación?

  • Números 16:23

    Entonces el SEÑOR habló a Moisés y le dijo:

  • Números 16:24

    — Habla a la congregación diciendo: “Apártense de los alrededores de las moradas de Coré, Datán y Abiram”.

  • Números 16:25

    Moisés se levantó y fue a donde estaban Datán y Abiram. Y los ancianos de Israel fueron tras él.

  • Números 16:26

    Luego habló a la congregación diciendo: — ¡Apártense de las tiendas de estos hombres impíos! No toquen ninguna cosa suya, no sea que perezcan con todos sus pecados.

  • Números 16:27

    Se apartaron, pues, de alrededor de las moradas de Coré, Datán y Abiram. Entonces Datán y Abiram salieron y se pusieron de pie a la entrada de sus tiendas, junto con sus mujeres, sus hijos y sus niños pequeños.

  • Números 16:28

    Y Moisés dijo: — En esto conocerán que el SEÑOR me ha enviado para que haga todas estas cosas, y que no las hice por mi propia voluntad:

  • Números 16:29

    Si estos mueren como mueren todos los hombres, o si les acontece solo la misma suerte de todos los hombres, entonces el SEÑOR no me ha enviado.

  • Números 16:30

    Pero si el SEÑOR hace algo nuevo y la tierra abre su boca y se los traga, junto con todo lo que les pertenece, y descienden vivos al Seol, entonces conocerán que estos hombres han menospreciado al SEÑOR.

  • Números 16:31

    Aconteció que al acabar él de hablar todas estas palabras, se rompió la tierra que estaba debajo de ellos.

  • Números 16:32

    La tierra abrió su boca y se los tragó a ellos, a sus familias y a todos los hombres que eran de Coré, junto con todos sus bienes.

  • Números 16:33

    Ellos con todo lo que tenían descendieron vivos al Seol. La tierra los cubrió, y perecieron en medio de la asamblea.

  • Números 16:34

    Y todo Israel, los que estaban a su alrededor, huyeron al grito de ellos, porque decían: “¡No sea que la tierra nos trague a nosotros también!”.

  • Números 16:35

    Después salió fuego de parte del SEÑOR y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.

  • Números 16:36

    Entonces el SEÑOR habló a Moisés diciendo:

  • Números 16:37

    “Di a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que tome los incensarios de en medio del incendio y que esparza las brasas a distancia; porque están santificados.

  • Números 16:38

    En lo que respecta a los incensarios de estos que pecaron a costa de sus vidas, de ellos se harán láminas para revestir el altar. Por cuanto han sido presentados delante del SEÑOR, están santificados; y servirán de advertencia a los hijos de Israel”.

  • Números 16:39

    Entonces el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de bronce que habían presentado los que fueron quemados. Y los hicieron láminas para cubrir el altar,

  • Números 16:40

    como recordatorio para los hijos de Israel, de que ningún extraño, que no sea de la descendencia de Aarón, ha de acercarse para ofrecer incienso delante del SEÑOR. No les suceda como a Coré y a su grupo, conforme a lo que había dicho el SEÑOR por medio de Moisés.

  • Números 16:41

    Al día siguiente toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: — ¡Ustedes han matado al pueblo del SEÑOR!

  • Números 16:42

    Y aconteció que cuando se juntó la congregación contra Moisés y contra Aarón, miraron hacia el tabernáculo de reunión, y he aquí que la nube lo había cubierto, y se manifestó la gloria del SEÑOR.

  • Números 16:43

    Entonces Moisés y Aarón fueron al frente del tabernáculo de reunión,

  • Números 16:44

    y el SEÑOR habló a Moisés diciendo:

  • Números 16:45

    — ¡Apártense de en medio de esta congregación, porque voy a consumirlos en un momento! Ellos se postraron sobre sus rostros,

  • Números 16:46

    y Moisés dijo a Aarón: — Toma el incensario, pon fuego del altar en él y pon incienso en él; ve rápidamente hacia la congregación y haz expiación por ellos. Porque se ha encendido la ira del SEÑOR, y la mortandad ha comenzado.

  • Números 16:47

    Entonces Aarón tomó el incensario, como le había dicho Moisés, y corrió al medio de la asamblea. Y he aquí que la mortandad ya había comenzado entre el pueblo. Él puso incienso e hizo expiación por el pueblo,

  • Números 16:48

    y se puso de pie entre los muertos y los vivos. Así cesó la mortandad.

  • Números 16:49

    Los que murieron a causa de la mortandad fueron catorce mil setecientos, además de los que murieron por causa de Coré.

  • Números 16:50

    Después, cuando la mortandad había sido detenida, Aarón volvió a donde estaba Moisés, a la entrada del tabernáculo de reunión.

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