Entonces José, su marido, siendo hombre justo, y no queriendo hacer de ella un ejemplo público, pensó en repudiarla en secreto.

Entonces José su marido: comparar, "María, tu esposa". Los esponsales eran, en la ley judía, matrimonio válido. Al entregar a María, por lo tanto, José tuvo que tomar medidas legales para efectuar la separación.

Siendo un hombre justo, y no dispuesto a hacer de ella un ejemplo público - o 'exponerla' (ver) --

Tuvo la intención de repudiarla en secreto ('en privado') - entregándole la escritura requerida de divorcio, en presencia sólo de dos o tres testigos, y sin causa asignada, en lugar de tenerla ante un magistrado. Difícilmente se puede dudar de que hubo alguna comunicación entre él y su prometida, directa o indirectamente, sobre el tema, después de que ella regresó de su visita de tres meses a Isabel. El propósito de divorciarse de ella tampoco implica necesariamente la incredulidad, por parte de José, de la explicación que se le ha dado. Incluso suponiendo que él le hubiera dado algún asentimiento reverencial -y el evangelista parece transmitirlo, al atribuir la propuesta de protegerla a la justicia de su carácter-, podría pensar que es del todo inadecuado e incongruente en tales circunstancias seguir la ley del casamiento.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad