Filipenses 3:3

Filipenses 3:3 . Porque nosotros somos la circuncisión. Siendo judío el que lo es interiormente, andando conforme a la fe de Abraham que tuvo cuando aún era incircunciso, y que le hace padre de los incircuncisos que tienen una fe como la de él. Cuando la señal exterior no tenía el acompañamiento de la fe, la señal por sí sola no valía nada. Sobre el modo en que el bautismo sustituyó a la circuncisión, cf. Colosenses 2:11-12 .

que adoran por el Espíritu de Dios. Esta es la lectura de las autoridades más antiguas. La palabra traducida como 'adoración' se aplica principalmente y con mayor frecuencia a actos externos y observancias ceremoniales. San Pablo la escoge deliberadamente, y dice, no que no habrá observancias externas de parte de los cristianos, sino que su adoración externa también se hará por un impulso interno del Espíritu de Dios. Adorarán en el Espíritu, porque el Espíritu de Dios animará todo lo que hagan.

y gloria en Cristo Jesús. Aquí nuevamente está usando una palabra que habla de las jactancias de estos judaizantes. 'Quieren circuncidaros para gloriarse en vuestra carne' ( Gálatas 6:13 ) es la misma palabra, y en ese pasaje continúa con el mismo espíritu que aquí: 'pero lejos esté de mí gloriarme sino en el cruz de nuestro Señor Jesucristo'

y no tengáis confianza en la carne. El sentimiento que Juan el Bautista reprendió en los judíos, que estaban seguros de la misericordia de Dios porque tenían a 'Abraham por padre', había consumido todo el corazón de la nación judía, y los había hecho atentos, sólo a la letra de la ley, olvidando su espíritu.