Vosotros, los jóvenes, no sólo más jóvenes en edad, sino empleados en oficios inferiores a los de los obispos y sacerdotes, estén sujetos a los antiguos. Pero también todos ustedes, en su carruaje, insinúan, practican y dan ejemplos de humildad unos a otros: porque Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. Santiago (Cap. IV. 6.) repite la misma doctrina y las mismas palabras. Véase también Santiago ii. 12. (Witham)

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