1 Clemente

Además, todos vosotros os distinguisteis por la humildad, y de ninguna manera os envanecisteis con orgullo, sino que obedecisteis en vez de exigirla,[5]

1 Clemente

todos los deseos abominables, el adulterio detestable y el orgullo execrable. "Porque Dios", dice [la Escritura], "resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes".[121]

Epístola de Policarpo a los Filipenses

Estad todos sujetos unos a otros[58]

Epístola de Ignacio a los Efesios

por esto manifestó su orgullo, y se condenó a sí mismo. Porque escrito está: Dios resiste a los soberbios.[36]

Epístola de Ignacio a los Efesios "Porque el que no obedece a sus superiores es presumido, pendenciero y orgulloso. Pero "Dios", dice [la Escritura], "resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes; "[42]

Epístola de Ignacio a Hero, diácono de Antioquía

Huid de la soberbia, "porque el Señor resiste a los soberbios"[20].

Clemente de Alejandría Stromata Libro III

Dicunt autem gloriosi isti jactatores se imitari Dominum, qui neque uxorem duxit, neque in mundo aliquid possedit; se magis quam alii Evangelium intellexisse gloriantes. Eis autem dicit Scriptura: "Deus superbis resistit, humilibus autem dat gratiam".[59]

Clemente de Alejandría Stromata Libro IV "Moisés, 'el siervo fiel en toda su casa', dijo al que pronunciaba los oráculos desde la zarza: '¿Quién soy yo, para que me envíes? Soy tardo en el habla y de una lengua tartamuda, 'para ministrar la voz de Dios en el habla humana. Y otra vez: 'Soy humo de una olla'. "Porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes".[159]

Epístola Cipriana XIV

de aquellos que estaban ansiosos por perturbar todo debería ser refrenado; y cuando, además, hube leído su carta que recientemente escribió aquí a mi clero por parte de Crementius el subdiácono, en el sentido de que se debe brindar asistencia a aquellos que, después de su lapso, pudieran ser atacados por la enfermedad, y podrían arrepentirse desear la comunión; Juzgué bien mantenerme en tu juicio, no sea que nuestros procedimientos, que deben estar unidos y estar de acuerdo en todas las cosas, sean en cualquier aspecto diferentes.[4]

Epístola Cipriana XIX

al número de cinco, que escribí al clero y al pueblo, y también a los mártires y confesores, cartas que ya han sido enviadas a muchos de nuestros colegas, y los han satisfecho; y respondieron que también están de acuerdo conmigo en la misma opinión según la fe católica; lo cual también comunicas a tantos de nuestros colegas como puedas, para que entre todos ellos se observe un mismo modo de acción y un solo acuerdo, según los preceptos del Señor.[3]

Fragmentos existentes de Dionisio Parte I

Tampoco nos avergonzábamos de cambiar de opinión, si la razón nos convencía, y de reconocer el hecho; sino más bien con buena conciencia, y con toda sinceridad, y con el corazón abierto[9]

Constituciones de los Santos Apóstoles Libro VII

No serás malhumorado ni soberbio: porque "Dios resiste a los soberbios"[53].

Constituciones de los Santos Apóstoles Libro VIII

Decimos estas cosas, no en desprecio de las verdaderas profecías, porque sabemos que son obradas en los hombres santos por la inspiración de Dios, sino para poner fin a la audacia de los hombres vanagloriosos; y añadid además esto, que a los tales Dios les quita la gracia: porque "Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes"[30].

La Primera Epístola de Clemente Acerca de la Virginidad

amor a la ostentación, a la vanagloria, amor al dominio, presunción, soberbia (que se llama muerte, y contra la cual "Dios lucha")[74].

1 Clemente

Además, todos vosotros os distinguisteis por la humildad, y de ninguna manera os envanecisteis con orgullo, sino que obedecisteis en vez de exigirla,[5]

1 Clemente

todos los deseos abominables, el adulterio detestable y el orgullo execrable. "Porque Dios", [dice la Escritura], "resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes"[147].

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