Juan 3:5

¿Enseña este versículo la regeneración bautismal?

PROBLEMA: Jesús le dijo a Nicodemo que “el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”. ¿Significa esto que una persona tiene que ser bautizada para ser salva?

SOLUCIÓN: El bautismo no es necesario para la salvación (ver comentarios sobre Hechos 2:38 ). La salvación es por gracia por medio de la fe y no por obras de justicia ( Efesios 2:8-9 ; Tito 3:5-6 ).

Pero el bautismo es una obra de justicia (cf. Mateo 3:15 ). Entonces, ¿qué quiso decir Jesús cuando se refirió a “nacer del agua”? Hay tres formas básicas de entender esto, ninguna de las cuales involucra la regeneración bautismal.

Otros toman “nacer del agua” para referirse al “lavado del agua por la palabra” ( Efesios 5:26 ). Señalan que Pedro se refiere a "nacer de nuevo... por la palabra de Dios" ( 1 Pedro 1:23 ), precisamente de lo que habla Juan en estos versículos (cf. Juan 3:3 ; Juan 3:7 ).

Todavía otros piensan que “nacer del agua” se refiere al bautismo de Juan mencionado ( Juan 1:26 ). Juan dijo que bautizaba con agua, pero Jesús bautizaría con el Espíritu ( Mateo 3:11 ), diciendo: “arrepentíos porque el reino de los cielos se ha acercado ( Mateo 3:2 ).

Si esto es lo que quiere decir, entonces cuando Jesús dijo que debían “nacer del agua y del Espíritu” ( Juan 3:5 ), quiso decir que los judíos de su época tenían que pasar por el bautismo de arrepentimiento por Juan y también más tarde el bautismo del Espíritu Santo antes de que pudieran “entrar en el reino de Dios”.