En las palabras que enseña el Espíritu Santo ; el Espíritu les enseñó no sólo lo que había que comunicar, sino cómo comunicarlo, no sólo mediante la predicación, sino también por escrito. Así como el Espíritu Santo enseñó a los escritores de la Biblia qué verdades comunicar y con qué palabras comunicarlas, se puede confiar en él con seguridad como una expresión exacta de la voluntad de Dios y una regla perfecta de fe y práctica.

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Antiguo Testamento