(15) Porque en verdad no tomó en [él la (b) naturaleza de] ángeles; pero tomó sobre [él] la (c) simiente de Abraham.

(15) Explica esas palabras de carne y hueso, mostrando que Cristo es verdadero hombre, y no cambiando su naturaleza divina, sino asumiendo la naturaleza del hombre. Él nombra a Abraham, con respecto a las promesas hechas a Abraham en este nombre.

(b) La naturaleza de los ángeles.

(c) La propia naturaleza del hombre.

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