• Isaías 37:17

    Inclina, oh SEÑOR, tu oído y escucha; abre, oh SEÑOR, tus ojos y mira. Escucha todas las palabras que Senaquerib ha mandado decir para afrentar al Dios vivo.

  • Isaías 37:18

    Es verdad, oh SEÑOR, que los reyes de Asiria han destruido todos los países y sus tierras,

  • Isaías 37:19

    y que han entregado al fuego sus dioses y los destruyeron; porque estos no eran dioses, sino obra de manos de hombre, de madera y de piedra.

  • Isaías 37:20

    Ahora pues, oh SEÑOR, Dios nuestro, sálvanos de su mano, para que todos los reinos de la tierra conozcan que solo tú, oh SEÑOR, eres Dios”.

  • Isaías 37:21

    Entonces Isaías hijo de Amoz mandó a decir a Ezequías: “Así ha dicho el SEÑOR Dios de Israel: ‘Con respecto a lo que me has pedido en oración acerca de Senaquerib, rey de Asiria,

  • Isaías 37:22

    esta es la palabra que el SEÑOR ha hablado acerca de él: “‘La virgen hija de Sion te menosprecia; hace burla de ti. Mueve su cabeza a tus espaldas la hija de Jerusalén.

  • Isaías 37:23

    ¿A quién has afrentado e injuriado? ¿Contra quién has levantado la voz y alzado los ojos con altivez? ¡Contra el Santo de Israel!

  • Isaías 37:24

    “‘Por medio de tus siervos has afrentado al Señor y has dicho: Con la multitud de mis carros yo ascendí a las cumbres de los montes, a las regiones más remotas del Líbano. Corté sus más altos cedros y sus cipreses escogidos. Llegué hasta su cumbre, al bosque más exuberante.

  • Isaías 37:25

    Yo cavé y bebí aguas extranjeras, y con las plantas de mis pies hice secar todas las corrientes de Egipto.

  • Isaías 37:26

    “‘¿Acaso no lo has oído? Hace mucho tiempo que lo determiné; desde los días de la antigüedad lo dispuse. Y ahora he hecho que suceda para hacer de las ciudades fortificadas montones de ruinas.

  • Isaías 37:27

    Y sus habitantes, sin poder hacer nada, son aterrorizados y avergonzados. Son como la planta del campo o el verdor del pasto, como la hierba de los terrados que es quemada antes de madurar.

  • Isaías 37:28

    “‘Yo conozco tu sentarte, tu salir y tu entrar, y también tu furor contra mí.

  • Isaías 37:29

    Porque te has enfurecido contra mí, y tu arrogancia ha subido a mis oídos, pondré mi gancho en tu nariz y mi freno en tus labios. Y te haré regresar por el camino por donde has venido’.

  • Isaías 37:30

    “Y esto te servirá de señal, oh Ezequías: Este año comerán de lo que brota de por sí, y el segundo año de lo que crezca de aquello. Pero en el tercer año siembren y sieguen; planten viñas y coman de su fruto.

  • Isaías 37:31

    Y los sobrevivientes de la casa de Judá, los que habrán quedado, volverán a echar raíces por debajo y a dar fruto por arriba.

  • Isaías 37:32

    Porque de Jerusalén saldrá un remanente, y del monte Sion los sobrevivientes. ¡El celo del SEÑOR de los Ejércitos hará esto!

  • Isaías 37:33

    “Por tanto, así ha dicho el SEÑOR acerca del rey de Asiria: ‘No entrará en esta ciudad; no tirará en ella ni una sola flecha. No vendrá frente a ella con escudo ni construirá contra ella terraplén.

  • Isaías 37:34

    Por el camino por donde vino, por él se volverá; y no entrará en esta ciudad, dice el SEÑOR.

  • Isaías 37:35

    Pues defenderé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo y por amor a mi siervo David’ ”.

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