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                Entonces intervino Bildad el sujita y dijo: 
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                — ¿Hasta cuándo hablarás tales cosas, y las palabras de tu boca serán viento impetuoso? 
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                ¿Acaso pervertirá Dios el derecho? ¿El Todopoderoso pervertirá la justicia? 
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                Si tus hijos pecaron contra él, él los entregó en mano de su transgresión. 
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                Si con diligencia buscaras a Dios e imploraras la gracia del Todopoderoso, 
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                si fueras limpio y recto, ciertamente ahora él velaría por ti y te restauraría la morada que en justicia mereces. 
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                Aunque tu comienzo haya sido insignificante, tu porvenir se engrandecerá en gran manera. 
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                »Pues indaga, por favor, en las generaciones del pasado; investiga lo que sus padres han descubierto. 
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                Pues nosotros somos tan solo de ayer y nada sabemos; nuestros días sobre la tierra son una sombra. 
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                ¿No te enseñarán ellos y te hablarán, y de su corazón sacarán palabras? 
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                »¿Crece el papiro donde no hay pantano? ¿Crece el junco sin agua? 
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                Y estando aún en su tallo sin ser cortado, se seca antes que toda hierba.  
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                Así son las sendas de todos los que se olvidan de Dios, y la esperanza del impío perecerá. 
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                El objeto de su confianza es como tul de verano, y aquello en que confía es como tela de araña: 
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                Si se apoya sobre su tela no le sostendrá; si se agarra de ella no le resistirá. 
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                »Así es el impío: Lleno de savia delante del sol, sus retoños sobresalen del huerto. 
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                Sus raíces se entretejen sobre un montón de piedras, y vive entre los pedregales. 
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                Si lo arrancan de su lugar este le niega diciendo: “¡Nunca te he visto!”. 
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                »He aquí, así es el gozo de su camino, y otros brotarán del polvo. 
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                He aquí, Dios no rechaza al íntegro ni sostiene la mano de los malhechores. 
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                Aún llenará tu boca de risa, y tus labios con grito de júbilo. 
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                Los que te aborrecen se vestirán de vergüenza, y la morada de los impíos desaparecerá.